¿Qué son las chinches de cama?
Las chinches de cama o Cimex lectularius son pequeños insectos que se alimentan de la sangre de las personas, aunque también pueden picar a otros mamíferos o aves. Ya los antiguos egipcios, hace 3.500 años, tuvieron que convivir con este molesto parásito, que suele picar por las noches.
Aunque la introducción de pesticidas a mediados del siglo pasado redujo mucho su incidencia, en los últimos años, sus infestaciones se han vuelto cada vez más frecuentes en los países desarrollados. Ello se explica, en parte, por la mayor movilidad internacional de la población, la mayor densidad de población en las grandes ciudades, el aumento de la resistencia de estos parásitos a algunos pesticidas y la prohibición de otros.
¿Cómo son?
Las chinches tienen forma ovalada y son planos y peludos. Suelen medir entre 4 y 7 milímetros y su color puede variar del castaño rojizo al gris. Tienen seis patas y, aunque han perdido las alas, pueden correr a gran velocidad. De hecho, pueden desplazarse de tres a cinco metros en busca de alimento.
Su ciclo biológico se compone de las fases de huevo, ninfa y adulto. La hembra puede poner más de cuarenta huevos a lo largo de su vida, que tardan en eclosionar entre cinco días y dos semanas. Una vez llegan a adultos, pueden llegar a vivir dos años.
¿Dónde se encuentran?
Las chinches llevan a cabo su ciclo biológico dentro de los domicilios y edificios, en ambientes tanto rurales como urbanos y de cualquier estatus social o económico.
De hecho, en los últimos años, están siendo comunes las infestaciones en hoteles, albergues y casas. Estos parásitos también pueden estar presentes en el transporte público, ya que viajan entre las maletas, ropas y enseres de los turistas y viajeros.
De esta manera, pueden proliferar con rapidez en nuevos ambientes, si las condiciones que encuentran son favorables. También pueden desplazarse de un espacio a otro utilizando las tuberías y canalizaciones eléctricas, dado que, como se ha comentado, son buenas corredoras.
Como evitan la luz, durante el día, se cobijan en los colchones, estructuras de las camas, sofá y textiles -sábanas, mantas, almohadas, cojines, prendas de ropa…-. También pueden cobijarse tras el papel de las paredes o de los cuadros que cuelguen de ellas, en los rodapiés, enchufes, en las grietas de los muros y suelos, en los libros, electrodomésticos, enchufes…
¿Cuándo y cómo pican las chinches?
Habitualmente, se refugian en lugares cercanos a la cama o los sofás, para poder picar a las personas mientras duermen, ya que son más activas durante la noche, especialmente, de dos a cinco de la madrugada. Atraídas por el calor y el dióxido de carbono que emite la persona, se acercan hasta ella para alimentarse.
Suelen estar activas durante todo el año, aunque, si la temperatura desciende a menos de 16 grados, entran en un periodo de inactividad hasta que las condiciones ambientales vuelven a ser favorables. De hecho, son capaces de permanecer sin comer hasta un año.
Como suelen defecar durante o justo después de alimentarse, suelen dejar unas diminutas manchas oscuras en las sábanas u otras superficies, lo cual puede utilizarse para detectar una infestación. También es característico cierto olor dulzón que emanan sus secreciones.
¿Cómo son sus picaduras?
Normalmente, las chinches pican dos o tres veces en algún punto de la piel para succionar la sangre y luego continúan avanzando para seguir alimentándose, por lo que las picaduras pueden aparecer en línea, de manera similar a las de las pulgas.
No suelen ser dolorosas, pero sí provocar una gran comezón, lesiones con diversas apariencias en la piel (orificios, manchas planas de color púrpura, manchas rojizas, protuberancias sólidas o ronchas) e inflamación. Si la persona es muy sensible, pueden aparecer reacciones locales como ampollas.
En nuestro medio, no se ha vinculado la picadura de chinches con la transmisión de enfermedades, aunque el rascado sí puede llegar a producir infecciones secundarias.
¿Cómo se tratan las picaduras de chinches?
Para tratar las picaduras de chinches, lo primero es lavarlas bien con agua y jabón. Después, se puede aplicar una crema o loción calmante para picaduras (por ejemplo, productos a base de amoniaco), que aliviará el picor y la inflamación.
Es muy importante no rascarse, con el fin de evitar infecciones. Por ello, si la comezón es muy intensa, el médico puede prescribir antihistamínicos orales para aliviarlas. En caso de infección, también se ha de acudir al médico. De igual modo, si quien ha sufrido la picadura es un niño, también debería ser evaluado siempre por un médico. Y si hay reacción alérgica a la picadura o anafilaxia se requiere una valoración y tratamiento médico inmediato.
Además, con el fin de evitar que se produzcan más picaduras, se debe pasar el aspirador por todas las áreas infestadas de la vivienda, así como lavar toda la ropa de cama y prendas de vestir a la máxima temperatura (mínimo 60º) y, si se dispone de ella, secarlas en la secadora.
Por lo general, también será necesario realizar en casa una exterminación profesional lo antes posible para eliminar las chinches una vez se detectan. En ningún caso debe recurrirse al uso de insecticidas domésticos y menos aún a su aplicación sobre la piel o sobre objetos que vayan a estar en contacto con esta (sofás, ropa, colchones…) ya que puede poner en riesgo la salud de las personas que habitan la vivienda y no suelen ser eficaces en el exterminio de estos insectos.